Wednesday, September 15, 2010

Jaula de oro en el cielo

Era un dragon y su princesa, en jardines sobre el cielo, mirando por ventanas los jardines de su alma; aquel dragon azotaba con su cola la puerta de su reino y logro entrar a aquella habitacion desordenada, la princesa sonrojada corrio a un rincon entre la nada, le asustaba su calor, ese fuego que no solo era de su cuerpo y entre ráfagas de luces destellantes descubrio que el miedo no le hacia ningun juego, corrio hacia el, le abrazo temblorosa, emocionada y mas q eso avergonzada, un impulso, la empujo a ese rostro asperamente delicado y pudo ver entre sus ojos una lagrima de oro, que en su recorrido llego a sus pequenos cabellos negros,pues era una de esas princesas que no existen en los cuentos, no era rubia, ni delgada, esos ojos eran negros y sus manos delicadas, tan pequena y un tanto desolada, el dragon era fuerte grande mas no enorme, suficiente para protegerla, y asi; abrillantando sus cabellos con su lagrima perfecta y con su voz electrizante dijo:Busca ahi, debajo de las piedras donde la gente ya no busca y luego la solto y ella sintio frio y el corrio saliendo de aquel castillo, mmm castillo?! ¿O jaula de oro? para ella era su adorable "jaula de oro".
Pensativa durmio esa noche con una paz muy intrigante y decia a sus pequenas hadas prometo manana buscar alli, donde la gente ya no busca, ¡lo prometo! durmio como lo que era, una princesa q pronto seria reina, la mejor de las reinas,pues... ¡cualquiera de ellas no tiene una "jaula de oro" mucho menos en el cielo! Contenta con su suerte y la sonrisa entre sus labios se atrevio a salir de aquella jaula al dia siguiente y empezo a buscar entre las piedras y a lo lejos se escuchaba la voz de Benedetti diciendo claramente...Es muy lindo saber que usted existe, ella intrigada, empujada por la curiosidad que la caracterizaba se apresuro a buscar, busco y busco sin darse cuenta que pisaba la cola del dragon,este era de piedra en las mañanas y un valiente centinela por las noches donde la luz no se hace clara.
Aquel dia la princesa, la magia descubria; esa piedra, era el dragon, debajo de esa piedra estaba el amor que sabia que existia, un amor que no llegaba, un amor que protegia, y que endulza la alegria de los dias, el amor que te da calma en remolinos de pasiones desbordantes, el amor que no perturba, el que la tiene entre las nubes muy contenta y adorando su nobleza, le dice a sus mañanas eh aqui una princesa, una princesa que tiene su grandeza en los jardines de su alma,un alma que siempre quiere tener sobre el cielo, pues solo ahi este dragon puede cuidar su corazon.

DORIANA.
01072006

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